Estudié Derecho porque quería defender, quería conocer las normas que otros desconocían y conseguir que se cumplieran, quería conocer todas las soluciones a los problemas.
Sin embargo, en tu día a día profesional descubres que la realidad va por delante de reglas escritas, que el día a día de las personas contienen miles de elementos que escapan a la tinta de un código lleno de artículos.
El reto apasionante de crear soluciones integrales que engloben elementos que desconoce el derecho y de los que solo son dueños sus protagonistas.