¿Dónde nos llevará este viaje?, no lo se, pero si se que me apasiona y sobre todo que he cogido este tren y no vamos a dejar de llenarlo de carbón para que avance por todos sitios.
Lo que sabemos es solo parte de lo que nos habéis enseñado cada uno de los alumnos y alumnas de mediación, llenando nuestra “caja de pandora” con herramientas de todo tipo,.
Desde nuestros hijos y conociendo que cuanto más joven, mejor se aprenden y aprehenden
Alquimia, pura alquimia nos habéis enseñado y todo porque nos habéis presentado a cada uno de los Duendes de la Mediación que os paso a presentar:
Yo los he visto ¿y tu?
Si me pregunta si existen los duendes de la mediación: La respuesta es sí.
Y están aquí, justo ahora y es bueno conocerlos
I. El duende comunicador
Un duende es un hombrecillo que siempre revolotea alrededor de nuestra cabeza, para poder orientarnos cada vez que mediamos y este que os presento… ¡¡ es de los principales!!. El duende preguntón y comunicador es aquel que nos hace siempre responder a las personas con una pregunta. Es la forma de poder devolver a cada uno su responsabilidad a la hora de buscar respuestas, dado que son ellos los que tienen que resolver su entuerto. No te fies cuando lo veas… siempre intentará llevarte a otro terreno… al de las preguntas instigadoras, que buscan un culpable o una aseveración, pero no temas, siempre volverá a ti para intentar hacerte mediador. Él no da respuestas pero sabe proponernos buenas preguntas.
Como todos los duendes, mientras dejes que juegue en todos los lugares, no se agota ni se cansa de que utilices su don. Es más, muchas veces está callado, muy callado para con ello conseguir que todos hablemos menos él.
II.El duende de la paciencia
Otro Duende Mayor, que usa colores estridentes en su ropa, posee la nariz más larga y es muy, pero muy ágil, es el que tiene el don de la paciencia.
¨Ni demasiado antes. Ni mucho después¨ son sus paradigmas .
Todo tiene su tiempo. El nos enseña a saber cuanto y como esperar. Anda muy lento, como pensando las cosas, pero aunque parece despistado, sabe muy bien lo que hace y sobre todo, alarga sus pasos para que aunque no se vea que anda deprisa, avanza más de lo esperado. Si lo esperas, desespera, pero si no, encontrarte con la idea que siempre el que espera mucho, espera “el poco”. Ten cuidado con él porque todo necesita su tiempo de cocción y si te soy sincero… aunque no le guste que lo diga… este duende es “mudo”
III. El duende creativo
Este es el que más me gusta. Se vino conmigo cuando empecé y siempre está a mi lado. Es pintoresco y nunca viste igual; siempre me sorprende y cuando creo que le he pillado “el truco” nunca acierto. Como el camaleón cambia de color, pero eso si… es simpático como el mismo y solo tiene palabras de consuelo cuando te equivocas. El duende creativo siempre te dará varias opciones a elegir y sobre todo te sorprenderá poque nunca hubieramos pensado que eso era posible.
Se sienta al borde de una mesa, enciende su lámpara he intenta cambiar todo lo que tiene alrededor aunque con mucho respeto y lo que más le gusta es… la plastilina.
Le encantan los juegos de barajas, sean españolas o las de poker. Hace malabares con las cartas y hasta juegos de magia y cuando median sus sesiones son interminables porque hay que marcarles una hoja de ruta porque siempre se desvían.
IV. El duende del buen humor
Uno de los duendes más importante y con sentido común es el que tiene el don del buen humor.
Tiene una buena barriga y aunque no sé si el sentido del humor se relacione con el de estar satisfecho con una buena comida, en los duendes y en los humanos suele darse esa concordancia.
Cuando llega se queda y dicen que una de las cosas que más manifiesta a su alrededor es que el “buen humos tiene que estar siempre presente”.
Utilízalo porque es amable. No es el del sarcasmo, ni de la risa forzada y menos aún de la burla o de la grosería o la inoportunidad.
Es de risa estridente, clara y profundamente alegre.
Se mueve de un lado para otro y si me permites la expresión… es de “culillo de mal asiento”; pero no lo dejes ir porque te resolverá más de una papeleta.
V. El duende legitimado
Este si que es de los que precisan de una presentación especial. Se trata del legitimado, el reconocido, el empático. Ni que decir tiene que sin él, no hay mediación. Es revoltoso y juguetón y su misión… poner en la mente de uno, las ideas del otro y viceversa. Una vez que entra, consigue que cada uno modele sus ideas, se percate de la razón que tiene el otro y sobre todo de hacerte responsable que todos y ninguno hemos sido los culpables de la situación. Suele ser como un embajador en país ajeno y con él la mediación es más sencilla.
Solo tiene un problema… para poder ir de un lado para otro, necesita de un polvo mágico especial… la actitud de las personas; sino se convierte en invisible y no podrá actuar.
Intenta buscarlo como sea, porque él te facilita todo ny es un aliado isustituible
VI. El duende neutro
¿Qué hacer con él?, no se ni como és porque no es ni de una forma ni de otra; se puede parecer al paciente, al creativo, al preguntón, no se. Lo que si sé es que no deja que nadie le imponga nada. Estuvo trabajando mucho tiempo en una tienda de “balanzas”, equilibrando y consiguiendo que ningún platillo de la balanza pesara más que la otra. Si te soy sincero no se si es hombre o mujer, joven o viejo, pero si se una cosa que te confio… tiene una sonrisa franca que hace que todos confíen en él (o ella)
Un día cenando en el bosque con los demás, me contaron un chiste del duende neutro y me dijeron que siempre dice que no hace ni frio, ni calor, ya que hace… ¡¡ 0 grados!! . ¿Alguien sabe si Peter Pan es un niño o un adulto!; es su película favorita y todo el que le conoce sabe que le encantaría ir al Pais de Nunca Jamas, porque son muchos los que creen que poseen ese don, pero os asguro que es muy difícil para los mediadores ser como él (o como ella).
VII. El duende formado
Dicen de él que es como el alquimista, que con un poco de aquí y un poco de allí es capaz de hacerte una jugosa bebida. Era cocinero antes de fraile y un buen día se fue a la Universidad de los duendes a aprender con tal ilusión que se convirtió en maestro.
Según quien lo conoce, porque es muy poco amigo de reuniones, es experto en psicología, sociología, trabajo social, pedagogía, leyes y demás ciencias. Lo que si tiene es algo que no todo el mundo lo comprende… y es que… es exhibicionista. Quiere que todo el mundo vea lo que pasa a su alrededor, a diferencia de aquellos que ocultan su sabiduría para que no les copien. Nunca se cansa de aprender y sobre todo su frase favorita es “solo se que no se nada”.
Es muy amigo de los refranes y poseedor de una memoria extraordinaria. Y escribe y escribe, por si algún día alguien quiere leer lo que escribe.
Lo importante de estar cerca de él es que siempre aprendes y ahorras mucho tiempo porque el sabe cuando y como paso algo parecido que a buen seguro podrá hacer que quienes hablen con él puedan seguir adelante en su camino.
VIII. El duende observador
Es un duende travieso como él solo. No se le escapa nada. Es más se acuerda de todo lo que le ha pasado siglos y siglos atrás. Si dudas de algo, pregúntale a él; si no sabes que hacer… fíjate en él ya que te puede dar la llave del destino. Al principio pensó que lo mejor era estudiar para detective, pero su propia familia de gnomos le dijo que no era necesario porque cada uno es como es y se muestra como quiere mostrarse, sin necesidad de buscar si es así o no. Lo único que necesita es una buena lupa e ir siempre acompañado de su buen amigo “el duende comunicador”.
No te dejes muchas veces llevar por él porque como siempre se dice… todo en su justa medida.
Es el que tiene el don de perder las cosas para que luego tu las encuentres y decir que ha sido él.
IX. El duende callado
O también llamado “duende confidencial”. La verdad es que no he visto nunca nadie como él. Es imposible sacarle información por más que lo intentan. Su frase favorita cuando nos reimos de él es… ¡¡ ahhhh, secreto de confesión!!. Dicen que ha sido testigo de muchas cosas, y que él sabe porque pasan y porque no. Trabajó como vidente y sanador pero ahora se dedica a escribir sus memorias. Tiene pocos amigos o ninguno, pero sin él no sería posible mediar.
Dicen las malas lenguas que una vez después de una fiesta y tras haber ingerido zumo del árbol sagrado, le hicieron hablar y contar sus anécdotas pero rápidamente por temor a ser sancionado se calló y desde entonces no acude a las fiestas ni a las celebraciones de su alrededor.
Es de los pocos duendes que vive en pareja junto con una gnoma que se llama Maruja y según dicen aunque siempre están en crisis, nunca se separan porque los polos opuestos se atraen.
Si estas en una sala de mediación y te lo encuentras, confía. Confia en él tanto como contigo mismo porque nunca te hará daño.
X. El duende sereno
A pesar de su nombre es un duende gruñón, del entrecejo fruncido, que pone firme a todos los demás. Es el más joven de todos (solo tiene 750 años) pero es el más maduro y dicen que sin él no cabría mediación alguna
Por lo que yo se les gusta mucho a la gente, ya que cuando lo buscan es porque carecen de él y sobre todo porque sin él, no podría viajar a “la solución”. Casi siempre es el último en llegar a las fiestas pero si lo hace es para quedarse. Y lo que más admiro de él es su saber estar y ver que todo es una oportunidad para lo bueno y para lo malo.
EPILOGO.-
Estos diez duendes traviesos y juguetones, están contigo, están en tu mochila de mediador y tienes que buscarlos día a día. Empezaste un buen día allá por el mes de octubre y tienes hasta Junio para encontrarlos; por eso te pido que me ayudes porque cuando yo agite, tu tienes que estar atento.
Lo que sabemos es solo parte de lo que nos habéis enseñado cada uno de los alumnos y alumnas de mediación, llenando nuestra “caja de pandora” con herramientas de todo tipo,.
Desde nuestros hijos y conociendo que cuanto más joven, mejor se aprenden y aprehenden
Alquimia, pura alquimia nos habéis enseñado y todo porque nos habéis presentado a cada uno de los Duendes de la Mediación que os paso a presentar:
Yo los he visto ¿y tu?
Si me pregunta si existen los duendes de la mediación: La respuesta es sí.
Y están aquí, justo ahora y es bueno conocerlos
I. El duende comunicador
Un duende es un hombrecillo que siempre revolotea alrededor de nuestra cabeza, para poder orientarnos cada vez que mediamos y este que os presento… ¡¡ es de los principales!!. El duende preguntón y comunicador es aquel que nos hace siempre responder a las personas con una pregunta. Es la forma de poder devolver a cada uno su responsabilidad a la hora de buscar respuestas, dado que son ellos los que tienen que resolver su entuerto. No te fies cuando lo veas… siempre intentará llevarte a otro terreno… al de las preguntas instigadoras, que buscan un culpable o una aseveración, pero no temas, siempre volverá a ti para intentar hacerte mediador. Él no da respuestas pero sabe proponernos buenas preguntas.
Como todos los duendes, mientras dejes que juegue en todos los lugares, no se agota ni se cansa de que utilices su don. Es más, muchas veces está callado, muy callado para con ello conseguir que todos hablemos menos él.
II.El duende de la paciencia
Otro Duende Mayor, que usa colores estridentes en su ropa, posee la nariz más larga y es muy, pero muy ágil, es el que tiene el don de la paciencia.
¨Ni demasiado antes. Ni mucho después¨ son sus paradigmas .
Todo tiene su tiempo. El nos enseña a saber cuanto y como esperar. Anda muy lento, como pensando las cosas, pero aunque parece despistado, sabe muy bien lo que hace y sobre todo, alarga sus pasos para que aunque no se vea que anda deprisa, avanza más de lo esperado. Si lo esperas, desespera, pero si no, encontrarte con la idea que siempre el que espera mucho, espera “el poco”. Ten cuidado con él porque todo necesita su tiempo de cocción y si te soy sincero… aunque no le guste que lo diga… este duende es “mudo”
III. El duende creativo
Este es el que más me gusta. Se vino conmigo cuando empecé y siempre está a mi lado. Es pintoresco y nunca viste igual; siempre me sorprende y cuando creo que le he pillado “el truco” nunca acierto. Como el camaleón cambia de color, pero eso si… es simpático como el mismo y solo tiene palabras de consuelo cuando te equivocas. El duende creativo siempre te dará varias opciones a elegir y sobre todo te sorprenderá poque nunca hubieramos pensado que eso era posible.
Se sienta al borde de una mesa, enciende su lámpara he intenta cambiar todo lo que tiene alrededor aunque con mucho respeto y lo que más le gusta es… la plastilina.
Le encantan los juegos de barajas, sean españolas o las de poker. Hace malabares con las cartas y hasta juegos de magia y cuando median sus sesiones son interminables porque hay que marcarles una hoja de ruta porque siempre se desvían.
IV. El duende del buen humor
Uno de los duendes más importante y con sentido común es el que tiene el don del buen humor.
Tiene una buena barriga y aunque no sé si el sentido del humor se relacione con el de estar satisfecho con una buena comida, en los duendes y en los humanos suele darse esa concordancia.
Cuando llega se queda y dicen que una de las cosas que más manifiesta a su alrededor es que el “buen humos tiene que estar siempre presente”.
Utilízalo porque es amable. No es el del sarcasmo, ni de la risa forzada y menos aún de la burla o de la grosería o la inoportunidad.
Es de risa estridente, clara y profundamente alegre.
Se mueve de un lado para otro y si me permites la expresión… es de “culillo de mal asiento”; pero no lo dejes ir porque te resolverá más de una papeleta.
V. El duende legitimado
Este si que es de los que precisan de una presentación especial. Se trata del legitimado, el reconocido, el empático. Ni que decir tiene que sin él, no hay mediación. Es revoltoso y juguetón y su misión… poner en la mente de uno, las ideas del otro y viceversa. Una vez que entra, consigue que cada uno modele sus ideas, se percate de la razón que tiene el otro y sobre todo de hacerte responsable que todos y ninguno hemos sido los culpables de la situación. Suele ser como un embajador en país ajeno y con él la mediación es más sencilla.
Solo tiene un problema… para poder ir de un lado para otro, necesita de un polvo mágico especial… la actitud de las personas; sino se convierte en invisible y no podrá actuar.
Intenta buscarlo como sea, porque él te facilita todo ny es un aliado isustituible
VI. El duende neutro
¿Qué hacer con él?, no se ni como és porque no es ni de una forma ni de otra; se puede parecer al paciente, al creativo, al preguntón, no se. Lo que si sé es que no deja que nadie le imponga nada. Estuvo trabajando mucho tiempo en una tienda de “balanzas”, equilibrando y consiguiendo que ningún platillo de la balanza pesara más que la otra. Si te soy sincero no se si es hombre o mujer, joven o viejo, pero si se una cosa que te confio… tiene una sonrisa franca que hace que todos confíen en él (o ella)
Un día cenando en el bosque con los demás, me contaron un chiste del duende neutro y me dijeron que siempre dice que no hace ni frio, ni calor, ya que hace… ¡¡ 0 grados!! . ¿Alguien sabe si Peter Pan es un niño o un adulto!; es su película favorita y todo el que le conoce sabe que le encantaría ir al Pais de Nunca Jamas, porque son muchos los que creen que poseen ese don, pero os asguro que es muy difícil para los mediadores ser como él (o como ella).
VII. El duende formado
Dicen de él que es como el alquimista, que con un poco de aquí y un poco de allí es capaz de hacerte una jugosa bebida. Era cocinero antes de fraile y un buen día se fue a la Universidad de los duendes a aprender con tal ilusión que se convirtió en maestro.
Según quien lo conoce, porque es muy poco amigo de reuniones, es experto en psicología, sociología, trabajo social, pedagogía, leyes y demás ciencias. Lo que si tiene es algo que no todo el mundo lo comprende… y es que… es exhibicionista. Quiere que todo el mundo vea lo que pasa a su alrededor, a diferencia de aquellos que ocultan su sabiduría para que no les copien. Nunca se cansa de aprender y sobre todo su frase favorita es “solo se que no se nada”.
Es muy amigo de los refranes y poseedor de una memoria extraordinaria. Y escribe y escribe, por si algún día alguien quiere leer lo que escribe.
Lo importante de estar cerca de él es que siempre aprendes y ahorras mucho tiempo porque el sabe cuando y como paso algo parecido que a buen seguro podrá hacer que quienes hablen con él puedan seguir adelante en su camino.
VIII. El duende observador
Es un duende travieso como él solo. No se le escapa nada. Es más se acuerda de todo lo que le ha pasado siglos y siglos atrás. Si dudas de algo, pregúntale a él; si no sabes que hacer… fíjate en él ya que te puede dar la llave del destino. Al principio pensó que lo mejor era estudiar para detective, pero su propia familia de gnomos le dijo que no era necesario porque cada uno es como es y se muestra como quiere mostrarse, sin necesidad de buscar si es así o no. Lo único que necesita es una buena lupa e ir siempre acompañado de su buen amigo “el duende comunicador”.
No te dejes muchas veces llevar por él porque como siempre se dice… todo en su justa medida.
Es el que tiene el don de perder las cosas para que luego tu las encuentres y decir que ha sido él.
IX. El duende callado
O también llamado “duende confidencial”. La verdad es que no he visto nunca nadie como él. Es imposible sacarle información por más que lo intentan. Su frase favorita cuando nos reimos de él es… ¡¡ ahhhh, secreto de confesión!!. Dicen que ha sido testigo de muchas cosas, y que él sabe porque pasan y porque no. Trabajó como vidente y sanador pero ahora se dedica a escribir sus memorias. Tiene pocos amigos o ninguno, pero sin él no sería posible mediar.
Dicen las malas lenguas que una vez después de una fiesta y tras haber ingerido zumo del árbol sagrado, le hicieron hablar y contar sus anécdotas pero rápidamente por temor a ser sancionado se calló y desde entonces no acude a las fiestas ni a las celebraciones de su alrededor.
Es de los pocos duendes que vive en pareja junto con una gnoma que se llama Maruja y según dicen aunque siempre están en crisis, nunca se separan porque los polos opuestos se atraen.
Si estas en una sala de mediación y te lo encuentras, confía. Confia en él tanto como contigo mismo porque nunca te hará daño.
X. El duende sereno
A pesar de su nombre es un duende gruñón, del entrecejo fruncido, que pone firme a todos los demás. Es el más joven de todos (solo tiene 750 años) pero es el más maduro y dicen que sin él no cabría mediación alguna
Por lo que yo se les gusta mucho a la gente, ya que cuando lo buscan es porque carecen de él y sobre todo porque sin él, no podría viajar a “la solución”. Casi siempre es el último en llegar a las fiestas pero si lo hace es para quedarse. Y lo que más admiro de él es su saber estar y ver que todo es una oportunidad para lo bueno y para lo malo.
EPILOGO.-
Estos diez duendes traviesos y juguetones, están contigo, están en tu mochila de mediador y tienes que buscarlos día a día. Empezaste un buen día allá por el mes de octubre y tienes hasta Junio para encontrarlos; por eso te pido que me ayudes porque cuando yo agite, tu tienes que estar atento.
Estos duendes son muy interesantes, creo que todo mediador debe aprender de cada uno de ellos. Yo como me estoy iniciando en la mediación procuraré incluirlos en mi mochila hasta hacerlos mios.
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